Durante uno de los períodos más oscuros de la Segunda Guerra Mundial, Winston Churchill preguntó en voz alta, “¿se rendirá Gran Bretaña también?” Nunca.
En ese tiempo, en el verano y otoño de 1940, el gran líder del Reino Unido declaró, “Yo espero que la Batalla de Bretaña esté por iniciar. De ésta batalla depende la sobrevivencia de la civilización Cristiana.”
Churchill, el gran león del Siglo Veinte, comprendió que si ganaban los Nazis, ellos introducirían un período de oscuridad incomparable. Pero gracias a Dios, ganó “la civilización Cristiana”.
Adelantémonos hasta el verano del año 2020, cuando los izquierdistas radicales profanaron una estatua de Churchill. Rociaron con pintura grafiti en contra de la aplicación de la ley sobre su estatua. De seguro la habrían derribado, si no les hubiesen detenido.
Hay una guerra en contra de la Civilización Occidental. Y cada semana, al parecer trae nuevos ejemplos de la guerra.
No es suficiente que la teoría fallida del Marxismo haya traído la muerte de decenas de millones de seres humanos (sólo en el Siglo XX), como fue documentado en la Universidad de Harvard The Black Book of Communism ( El Libro Negro del Comunismo) (1997).
Pero ahora se ha reinventado a sí mismo como Marxismo cultural y se ha propagado dentro de muchas de nuestras escuelas. Los manifestantes violentos y destructivos que causan violencia en nuestras calles demandando “justicia” son los Marxistas culturales, tratando de hacer que el resto del país se conviertan en “woke” (término usado para tratar de alertar a la injusticia de la sociedad, en especial en contra del racismo).
El New York Times, la semana pasada, como parte de la cultura “woke,” ahora tiene a la música clásica en la mira.
En “Woke mob comes for Mozart” (la turba Woke viene en contra de Mozart”), Citizens Free Press (7/18/20) escribe que el New York Times “ha lanzado un asalto completo en contra de la música clásica, haciendo un levantamiento de una “teoría racial” sobre los compositores que han estado muertos por siglos. En varias columnas de opinión que se publicaron esta semana, el (NYT) dijo que las óperas se deberían de reexaminar por racismo, se preguntaron a artistas de raza negra ¿cómo ‘cambiarían la música clásica’? y sugirieron que las orquestras detuvieran la práctica de audiciones a ciegas para que los jueces pudieran ver el color de la piel de la persona que están evaluando.”
¿Música clásica? Seamos serios. Hay una gran cantidad de diferentes estilos de música para que podamos disfrutarlos todos. A manera de divulgación completa: Este artículo está siendo escrito con la Sinfonía #9 de Schubert sonando en el fondo (por la enésima vez). Algunas piezas de música clásica son sagradas, escritas para la gloria de Dios.
Los ataques concertados parecen estar dirigidos a desentrañar la tela de la civilización. Hay hilos distintos que forman la civilización occidental, ciertamente la Grecia antigua formó una parte grande. Pero el elemento singular y más importante es la tradición Judeo-Cristiana. Quizá esto explica el por qué del ahora, durante este tiempo que la oscuridad desciende sobre nosotros, hay varios ataques en contra de las iglesias y las estatuas de Jesús y de Su madre.
Justo el sábado, en Chantilly, Virginia, un hombre joven entró a la fuerza a una iglesia y apuñaló al pastor quien guiaba el estudio bíblico. Gracias a Dios, un policía que atendía al estudio previno el apuñalamiento de ser fatal. Pero esto no llega a ser noticia, al igual que otras historias anti-Cristianas.
Breitbart.com reporta (7/16/20) en una plétora de ataques recientes en contra de iglesias:
• En Chattanooga, una estatua de María fue decapitada. Estatuas de María también fueron dañadas en Queens y Boston.
• En Ocala, Florida, un hombre joven trató de quemar una iglesia, antes de ser detenido.
• Tres estatuas del misionero que prácticamente fundó California, el Padre Junipero Serra, han sido derribadas. Y así continúa la historia.
Y durante el fin de semana, en una iglesia en el área de Miami, una estatua de Jesús fue decapitada.
Suena como si los secuaces de Shaun King están haciendo su pedido. Él dijo que en los intereses de “justicia social”, las estatuas de Jesús y María deberían ser derribadas –si se ven muy blancos, aludiendo a la raza blanca.
La guerra en contra de la Civilización Occidental se puede ver en la guerra en contra de Cristóbal Colón. Aunque el explorador Italiano nunca puso un pie en lo que ahora es los Estados Unidos de América, cerró la brecha entre Europa y el Nuevo Mundo, y así uniendo el resto del mundo.
En la reciente avalancha de destrucción de estatuas, esculturas de Cristóbal Colón son el blanco número uno. DailySignal.com (7/17/20) documenta que por lo menos 10 estatuas de Colón han sido destruidas o profanadas.
John Eidsmoe, un erudito importante en historia Americana, profesor de leyes, y autor, una vez hizo esta declaración sobre el ataque en contra de la civilización occidental (particularmente como se ve en el ataque en contra de Colón, por ejemplo): “Debemos darles crédito por sus logros (en la cultura occidental) por sus contribuciones: al arte, a la música, a la arquitectura, a la ética, a la libertad, a la ley, al gobierno, a una Constitución que ha servido como un modelo alrededor del mundo, un sistema económico que ha producido el mayor bien por la mayor cantidad de personas y el nivel más grande de prosperidad que el mundo ha conocido, y un espíritu de ingenio y logros que ha guiado avances médicos y tecnológicos incomparables.”
A veces quisiera decir, “Oye, despiértame cuando la ’era woke’ haya acabado.”
Jerry Newcombe, D.Min., es el productor general y anfitrión del programa de D. James Kennedy Ministries. Escritor y co-escritor de 32 libros, e.g., The Unstoppable Jesus Christ; American Amnesia: Is American Paying the Price for Forgetting God?; What If Jesus Had Never Been Born? (w/ D. James Kennedy), y el mejor vendido, George Washington’s Sacred Fire (w/ Peter Lillback) djkm.org @newcombejerry www.jerrynewcombe.com