Mi amigo Darren Doan, creador del documental Collision y productor de muchos de mis videos sobre escatología, publicó lo siguiente en Facebook:

“La definición de “trabajador esencial” pasará a ser uno de los actos más siniestros que jamás se haya ejercido sobre el pueblo americano”

Aquí está mi respuesta:

            El hecho de que el Gobierno Federal no haya sido capaz de detener el contagio del virus significa que este no es esencial.

Mi comentario parece tocar un nervio. Alguien hizo un “meme” acerca de esto:

“El hecho de que el Gobierno Federal no haya sido capaz de detener el contagio del virus significa que este no es esencial”

Definir el trabajo de alguien como “no esencial” es el epítome del mesianismo político.  Hay muchas cosas que el Gobierno Federal hace y que no son esenciales; estas son francamente destructivas.

¿Puede usted imaginarse en qué forma nos encontraríamos si el Gobierno Federal hubiese supervisado las provisiones de alimentos durante el confinamiento por este virus? Hubiese sido un desastre.  Los gobiernos no son esenciales para cuidar de estanterías abastecidas. La escasez que experimentamos fueron resultado de la orden obligatoria del gobierno para quedarnos en casa.  Billones de decisiones económicas son tomadas por cientos de millones de personas todos los días. Esto funciona fuera de los edictos del gobierno. Vean mi artículo “La Economía de la Escasez del Papel de Baño”.

Los gobiernos no pueden curar la pobreza o la desigualdad de ingresos, pero sí pueden empeorarlas.

Es legítimo preguntarse qué tan esencial es el Gobierno Federal en ciertas áreas.  Quienes formularon la constitución pensaron que era esencial solo para algunas áreas. Ellos estaban tan claros en este punto que hicieron un listado. Si un poder no está en la lista, el Gobierno Federal no debe tener ese poder.

Los estados fueron insistentes en limitar adicionalmente el poder del gobierno nacional por medio de agregar la Declaración de los Derechos. Note usted la novena y décima enmienda:

Enmienda IX: La enumeración en la Constitución, de ciertos derechos, no debe ser interpretada como negar o menospreciar otros retenidos por el pueblo.

Enmienda X: Los poderes no delegados a los Estados Unidos por la

Constitución, ni prohibidos por ella a los Estados, están reservados a los Estados respectivamente, o al pueblo.

Los fundadores no creían que el control de la educación era un poder esencial del gobierno. Esto no se encuentra en la Constitución, y de todas maneras tenemos un Departamento Federal de Educación.  El pueblo paga impuestos a nivel estatal. El dinero es enviado al Gobierno Federal. El Departamento de Educación recibe un poco de ese dinero.  Ese dinero se envía de nuevo a los estados solo si estos siguen las leyes federales de educación:

No existe autoridad/poder dado al Gobierno Federal para el Seguro Social, Ministerio de Salud, distribución de la riqueza, un Departamento de Energía, Departamento de Vivienda, una Reserva Federal, ayuda al extranjero, o guerras en contra de naciones no agresivas.

Considere usted la Reserva Federal. Aunque es un instrumento del Gobierno de los Estados Unidos, el sistema de Reserva Federal se considera a sí mismo “un banco central independiente porque las decisiones de su política monetaria no deben tener la aprobación del Presidente ni de nadie más en el Ejecutivo o Legislativo, no recibe financiamiento apropiado del Congreso, y los períodos de los miembros de la junta de gobernadores abarcan múltiples períodos de elección en comparación con los períodos presidenciales y del congreso.” Cuando el gobierno nacional asume poderes por decreto legislativo, como redefinir el matrimonio y designar a los “no nacidos” como “no personas”, es desafiar a la Constitución, y aquellos que hacen un juramento para defenderla están violando ese juramento cada vez que pasan una ley o financian un programa que no se alinea con la lista que enumera los poderes en la Constitución.