Es probable que hayas visto el artículo en Harvard Magazine titulado “El Riesgo de Educar a los Niños en Casa” escrito por Erin O´Donnell.  ¿Riesgo para quién? Riego para el Estado Mesiánico.  No puede existir ninguna competencia para el Estado y su agenda de control total por parte de ningún otro gobierno, incluyendo la familia, la familia es un gobierno.

La siguiente imagen iba junto con este artículo:

Dos observaciones. Cuando el artículo fue publicado por primera vez, la palabra “Aritmética” estaba mal escrita “Aritmatica”.  Esto es mucho para educadores en el hogar no escolarizados. Fue corregido después.

En realidad, los niños en escuelas públicas son los que realmente están encerrados en sus escuelas. Estos tienen que pasar por detectores de metal. Algunas escuelas tienen guardias de seguridad armados. ¿Acaso hemos olvidado los tiroteos de las escuelas? ¿los abusos sexuales por parte de maestros? ¿la altísima tasa de deserción? ¿drogas? ¿ataques a la libertad religiosa? ¿por lo menos tienen recesos?

Los chicos en escuelas públicas son encerrados desde las 8am hasta las 3pm.  Aquellos que son educados en casa usualmente terminan alrededor del medio día y les da tiempo para visitar museos, enrolarse en actividades extracurriculares, especializarse en áreas particulares de interés, tomar lecciones de música, jugar afuera, hacer jardinería, proyectos de construcción, unirse a equipos para hacer deporte, juntarse con otras familias que educan en casa, leer en su tiempo libre, interactuar con adultos, y hacer muchas otras cosas más.

Quien escribió el artículo utiliza el trabajo de Elizabeth Bartholet quien es profesora de interés público de leyes de Wasserstein y directora del Programa en favor de la Educación Infantil de la facultad de Derecho de Harvard para bosquejar los riesgos de la educación en casa. Los únicos riesgos son aquellos que afectan la agenda educativa establecida por el Estado Mesiánico.

Es obvio que quien escribió el artículo no hizo bien su investigación.  Los niños educados en casa lo hacen muy bien y mucho mejor que el promedio nacional. Estos no tienen problema en ingresar a la Universidad y sobresalir. Incluso Harvard acepta en sus filas a chicos educados en casa.

Permítaseme ser claro, la excelencia y preparación académica no son fundamentales para la postura de oposición de Bartholet.  Para ella este asunto solo se trata sobre tener el control. Es acerca de tener el control de la información basada en cosmovisión secular.  El Estado es el dios de Bartholet, y ella y sus colegas académicos son los sumos sacerdotes de esa religión.  Rousas J. Rushdoony escribió acerca de esto hace varias décadas en su libro “El Carácter Mesiánico en la Educación Americana” (1963). Quien sea que controle las escuelas gobierna el mundo.

Rushdoony a mediados de la década de los 80´s se convirtió en un prominente testigo experto en los casos de educación en casa.  Él era el testigo principal en los casos más importantes, “Leeper vs Arlington” un caso en Texas. En el contrainterrogatorio, destruyó al desafortunado abogado que representaba al Distrito Escolar Independiente de Arlington. La transcripción del caso está aquí__.  La corte otorgó tarifas de liquidación de $700,000, el doble del poder adquisitivo hoy en día.  El Estado apeló. La Corte Suprema de Texas votó 9 a 0 a favor de los demandantes. Eso puso fin al acoso del Distrito Escolar en contra de los educadores en casa en el estado de Texas.

Quien escribió el artículo dice que Bartholet “observa riesgos para los niños –y para la sociedad- educados en casa, y recomienda una presunta prohibición en la práctica.  La Educación en Casa, dice ella, no solo viola el derecho de los niños a una “educación significativa” y su derecho a ser protegidos de un potencial abuso infantil, y pueda evitar a que contribuyan positivamente en una sociedad democrática.”

Bartholet cree que el gobierno nacional debiese ser el educador nacional y personas como ella debiesen decidir lo que se debe enseñar a los niños. Ella es un loro de algunos objetivos estatistas populares:

  • “El Estado encarna la idea divina en la tierra” (Hegel).
  • “El Estado es poder supremo, último y más allá de la derogación, absolutamente independiente” (Fitche).
  • “Todo para el Estado; nada fuera del Estado; nada en contra del Estado” (Mussolini).
  • “El Estado domina la nación porque se representa a sí mismo” (Hitler).

Las posturas de Bartholet son similares a la revisión del artículo de ley de 1944 “La Religión de los Padres y el Bienestar de los Niños: Desenmascarando la Doctrina de los Derechos de los Padres” (Revisión de la Ley de California 82:6, 1371). En el artículo, James D. Dwyer escribe que “la relación civil fundamental no es aquella entre los padres y los niños (la familia nuclear) sino entre el individuo y el estado.”

“El problema es, ¿creemos que los padres deberían tener 24/7, control esencial autoritario sobre los niños desde las edades de cero a los 18? Yo creo que eso es peligroso,” dice Bartholet. “Yo creo que siempre es peligroso poner personas poderosas sobre aquellos que no tienen poder, y darle total autoridad a los poderosos.”

¿Le pusiste atención a la frase “control autoritario esencial”? ¿Quién está buscando control autoritario sobre los niños? Bartholet y sus secuaces estatistas. El siguiente comentario fue hecho en Facebook por Paul Terrell. ¡No tiene precio!

“Así que los padres que están dispuestos a hacer los sacrificios necesarios para educar a sus propios hijos CON SU PROPIO DINERO son autoritarios, pero no lo son aquellos que apoyan a las escuelas públicas y sus leyes de asistencia obligatoria, oficiales ausentes, transporte forzado, y maestros y currículos aprobados por el estado, todos cuales son financiados por un sistema coercitivo de impuestos sobre las propiedades. La mente tambalea.”

En el reciente artículo de Bartholet en la Revisión de la Ley de Arizona,Educación en Casa: El Absolutismo de los Derechos de los Padres vs Derechos del Niño y Protección,” ella “recomienda una presunta prohibición de la educación en el hogar, con la carga sobre los padres para demostrar la justificación y tener que adquirir permisos para educar en casa.”[1]

Lo que el Estado odia, los cristianos lo deberían amar y utilizar en contra de la deificación del Estado y su abuso sobre nosotros y sobre nuestros hijos.


[1] Elizabeth Bartholet, “Homeschooling: Parent Rights Absolutism vs. Child Rights to Education & Protection,” 62 Ariz. L. Rev. 1 (2020).