Encuentro muchos comentarios interesantes en Facebook. Lo uso como mi plataforma de investigación. La gente desentierra muchas cosas que probablemente yo no encontraría por mi cuenta.
Como ustedes sabrán, el tema profético es grande en este momento debido a la política en el mundo y un virus que está asustando a ciertas personas al punto de esconderse, sin mencionar los edictos draconianos por parte de gobernadores para evitar que la gente salga de sus hogares y regresen a trabajar. Algunos ven esto como un cumplimiento de la profecía Bíblica en cuanto a la marca de la bestia y el comprar y vender.
Es la preparación de una bruja de eiségesis fantasiosa, leyendo en pasajes bíblicos cosas que no están en el texto para proteger un sistema doctrinal que tiene numerosos problemas de interpretación. Un ejemplo a continuación:
“En la saga contigua de mi discusi__ó__n sobre Preterismo en mi grupo, tuve que defender mi posici__ó__n sobre Mateo 24 y Lucas 21, la cual dice que estos pasajes no narran lo mismo_…para aquellos en este grupo que est__á__n interesados aqu__í est__á mi respuesta…_es importante entender las diferencias y su impacto en los eventos prof__é__ticos futuros.
El discurso del monte de los olivos es literal, la aplicaci__ó__n de un doble cumplimiento prof__é__tico aplica para Lucas no para Mateo_…_el contexto es diferente en Mateo cuando lo comparamos con Lucas porque la PREGUNTA CLAVE es diferente. Mateo incluye el final de la era y Lucas restringe el contexto a la destrucci__ó__n del templo. Estos relatos no son iguales.
Si tu lees cuidadosamente Mateo registra la conversaci__ó__n tomando lugar EN EL MONTE DE LOS OLIVOS mientras que Lucas registra esta discusi__ó__n tomando lugar cuando est__á__n SALIENDO DEL TEMPLO. Es un viaje de media hora DESDE el templo hasta donde el monte de los olivos se encuentra localizado.”
Espero, que puedan ver el deslumbrante error sobre el templo. Ambos relatos toman lugar después de que Jesús sale del templo. De hecho, encontramos lo siguiente en Mateo 24:1: “Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo.” No sabemos cuanto tiempo pasó entre el tiempo en que Jesús salió del templo y se sentó en el monte de los olivos (24:3). Es muy probable que los discípulos le preguntaron acerca del templo y Jesús les dijo que iba a ser destruido (24:2).
Lucas declara que “…a unos que hablaban de que el templo…” (21:5). Treinta minutos de conversación entre los discípulos sobre lo que Jesús dijo y una caminata hacia el monte de los olivos parece razonable para armonizar los relatos.
Reclamar que hubo dos relatos separados describiendo diferentes eventos distanciados por miles de años cuando existen tantos elementos en común entre los dos relatos (y el relato en el capítulo 13 del evangelio de Marcos) es una alta absurdidad:
“La respuesta simple – una alineada con las prácticas sociales, literarias, y culturales del mundo en el NT – es que estos son el mismo discurso; que Lucas simplemente no especificó las personas o el lugar del discurso (los cuales son irrelevantes para el lector), y “tradujo” el discurso a un punto en el que sus lectores (principalmente Teófilo, quien ciertamente era gentil) pudieran entender lo que significaba en sus propios términos. (Tektonics)
Al armonizar los relatos de los evangelios, el lector obtiene un mejor panorama incluso cuando cada relato es verdad por su propia cuenta. Un liberal (progresista) reclamaría que para que cada relato sea tomado como verdadero, debe ser completamente idéntico a los otros relatos. Esto no tiene sentido y no es la manera en la que los libros de historia se han desarrollado.
Lucas inicia su evangelio entrevistando a testigos oculares, “habiendo investigado todo desde el principio” (Luc. 1:1-4, y también Hechos 1:1-2).
Uno podría esperar que una narrativa histórica resulte diferente al seguir este procedimiento ya que él estaría obteniendo información de diferentes personas sobre el mismo evento. Algunos pueden haber tenido acceso a parte de un evento mientras otros estuvieron alrededor de este en otros momentos. Depende de quién y sobre qué fue entrevistado.
El evangelio de Lucas es para una audiencia diferente. Él escribió para alguien llamado Teófilo, posiblemente un pseudónimo. Algunos han especulado que Lucas escribió su evangelio y el libro de los Hechos para ayudar a Pablo en su defensa legal.
¿Por qué hay tantas biografías de Abraham Lincoln? “Unos 15,000 libros han sido escritos sobre Lincoln – más libros…de los que han sido escritos sobre cualquier otra persona en la historia del mundo, exceptuando a Jesucristo.” ¿Por qué una sola biografía no nos dice todo sobre Lincoln?
El Apóstol Juan escribe, “Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero. Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir” (Juan 21:24-25). Esto significa que los cuatro evangelios no nos dicen todo, pero lo que nos dicen lo hacen de verdad.
Mientras los escépticos ven las diferencias en los registros de los evangelios como una debilidad, otros lo ven como una marca de autenticidad.
Otto Scott, un periodista, editor, historiador, y autor de diez libros, quien acuñó la frase “la mayoría silenciosa,” fue atraído por el registro que los evangelios dan sobre la vida de Jesús porque ellos no concordaron en cada punto. Scott recuenta cómo él llegó a ser cristiano después de haber leído los evangelios.
“Bueno, mi esposa era cristiana y llevaba a nuestra hija a la iglesia todo el tiempo. Yo atendía por cortesía. Una noche yo estaba leyendo tarde y mi pequeña hija salió del dormitorio y quería saber sobre este asunto de ‘poner la otra mejilla’. Yo no tenía idea de donde vino eso, pensé que había venido de la Biblia. Yo tenía una Biblia en casa, claro, y la tomé y leí los evangelios –los cuatro de una sola vez. Fueron las (diferencias) en el testimonio de estos cuatro diferentes hombres lo que me convenció. Como reportero, yo había entrevistado a muchos hombres, y estaba en el punto del crimen. Yo sabía que si obtienes cuatro hombres que te cuenten la misma historia probablemente estén coludidos porque cuatro hombres no ven la misma cosa de la misma manera. Uno ve un elemento significativo; otro ve otra cosa. Sin embargo, existía una cercana semejanza en el reportaje de ciertos incidentes en los evangelios, estos no eran idénticos. Yo me convencí al instante. No creo que una persona me hubiese podido convencer, pero esas variadas historias contemporáneas lo hicieron.”
Veamos algunos asuntos de armonización. Consideren la placa escrita sobre la cabeza de Jesús mientras colgaba en la cruz.
- “Este es Jesús, el rey de los judíos” (Mat. 27:37)
- “El rey de los judíos” (Mar. 15:26)
- “Este es el rey de los judíos” (Luc. 23:38)
- “Jesús Nazareno, rey de los judíos” (Juan 19:19)
El registro de Juan es más completo e incluye todos los elementos de Mateo, Marcos, y Lucas. También es posible que los tres registros aparecieron porque, como Juan nos dice, “el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín.” (Juan 19:20).
Veinte veces el Nuevo Testamento nos dice que Jesús sería levantado en el “tercer día,” seis veces en el evangelio de Mateo (Mat. 16:21;17:23; 20:19; 26:21; 27:40; 27:64).
Solo una vez leemos lo siguiente: “Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón (καρδίᾳ) de la tierra tres días y tres noches” (Mat 12:40). Obviamente, Mateo no vio una contradicción en cuanto a ser levantado al tercer día.
Noten que Mateo 12:40 no dice que Jesús sería enterrado por tres días y tres noches en el corazón de la tierra.
Una posible solución, la más citada ampliamente, es que mantener esa parte del día y una parte de una noche puede significar un día y una noche completa. Esta es una posible solución, pero no es una solución satisfactoria para mi.
Para obtener tres días completos y tres noches completas, y traerlas en armonía con Mateo 12:40, algunos han movido la crucifixión más atrás, al día Miércoles, reclamando que el Jueves fue un día de reposo especial, un “Sábado de Pascua” y no el día usual Viernes-Sábado de reposo. R. A. Torrey sostuvo esta posición: “Para resumirlo todo, Jesús murió cerca de la puesta del sol el Miércoles. Setenta y dos horas después, exactamente tres días y tres noches, en el inicio del primer día de la semana, Sábado a la puesta del sol, Él se levantó de nuevo de la tumba.”[1] Esta explicación requiere demasiada exégesis confusa para demostrar algo que pudiera ser mucho más fácil de explicar dado que sabemos cómo la Biblia define los términos. En este caso, la navaja de Occam entra en juego.
Intentos para resolver esta aparente contradicción centrada en la presuposición errónea de que “el corazón de la tierra” es una referencia al tiempo en el que Jesús pasó en la tumba. Noten que Mateo 12:40 no dice nada sobre la crucifixión, el entierro, o la resurrección. ¿Qué entendieron los Judíos del primer siglo por “el corazón de la tierra”? Esa es la cuestión.
Ya que Mateo 12:40 es el único lugar en la Escritura en donde “tres días y tres noches” y “el corazón de la tierra” son utilizados en el Nuevo Testamento, podemos asumir que es una parábola que debe ser descifrada. Si Jesús fue enterrado en el “corazón de la tierra,” y “corazón” es una metáfora para “centro” o “intermedio,” entonces Jesús no fue enterrado en el corazón de la tierra. Él fue enterrado sobre el suelo.
Jerusalén era considerada “el corazón de la tierra: ‘Así ha dicho Jehová el Señor: Esta es Jerusalén; la puse en medio de las naciones y de las tierras alrededor de ella’.” (Sal. 74:12; Ez. 5:5; 38:12; Hech 1:8).
Jesús continuamente apunta a Jerusalén como el lugar en donde Él sería traicionado y crucificado: “Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.” (Mat. 16:21). ¿Cuándo empezó el “padecer mucho”?: “He aquí subimos a Jerusalén, y el Hijo del Hombre será entregado a los principales sacerdotes y a los escribas, y le condenarán a muerte y le entregarán a los gentiles para que le escarnezcan, le azoten, y le crucifiquen; mas al tercer día resucitará.” (20:17-19).
Desde el tiempo en que “sería entregado” el Jueves en la noche en el Jardín de Getsemaní hasta el día en que Él “sería levantado” esto constituye tres días y tres noches” en el “corazón de la tierra,” que es, en Jerusalén. El vocablo Griego gē puede ser traducido como “tierra” o “país”.
El Discurso de los Olivos es otro ejemplo de cómo funciona la armonización. ¿Mateo 24 y Lucas 21 están describiendo eventos proféticos o un solo evento profético con diferentes énfasis como la manera en la que hay dos narrativas del nacimiento, una en Mateo y una Lucas?
¿Qué deberíamos hacer con las genealogías? ¿Deberíamos buscar a una segunda persona o están estas ofreciendo evidencia genealógica desde dos perspectivas? Esto último es el caso para obtener un destino singular como lo muestra claramente la siguiente gráfica:
Ambos registros sobre la destrucción del templo (Mat. 24:1-2 y Lucas 21:5-7) inician con las preguntas sobre su desaparición y concluye con la identificación de “esta generación,” eso es, su generación, como la generación que verá estas señales y la destrucción del templo (Mat. 24:33 y Luc. 21:31-32).
Las diferencias en el registro de Mateo (columna izquierda) y el registro de Lucas (columna derecha) sobre la destrucción del templo son un poco diferentes en su clase desde las narrativas del nacimiento en los dos evangelios. Los paralelos entre estos dos registros son notables, uno diseñado para la audiencia judía (Mateo) y uno para la audiencia Gentil (Lucas):
Mientras la lista de Lucas en la segunda gráfica precede a los eventos en la primera gráfica, no existe necesariamente un orden como tal ya que las guerras, terremotos, y hambrunas ocurrieron durante el tiempo de esa generación previa a la destrucción del templo. Estos eventos no están destinados necesariamente para estar en orden cronológico ya que hubo terremotos en Mateo 27:51-54 y 28:2 y otro en Hechos 16:26.
Marcellus Kik escribe:
“Y en cuanto a los terremotos, muchos son mencionados por otros escritores durante un período justo previo al 70 DC. Hubo terremotos en Creta, Esmirna, Mileto, Quíos, Samos, Laodicea, Hierápolis, Colosas, Campania, Roma, y Judea. Es interesante notar que la ciudad de Pompeya fue grandemente dañada por un terremoto que ocurrió en Febrero 5 del 63 DC.”[2]
Josefo escribe que “se desató una tormenta prodigiosa en la noche, con mayor violencia, y muy fuertes vientos, con los más grandes chubascos de lluvia, con recurrentes rayos, terribles truenos, e impresionantes concusiones y bramidos de la tierra, eso fue en un terremoto. Estas cosas fueron indicaciones manifiestas de que cierta destrucción se acercaba sobre los hombres, cuando el sistema del mundo fue distorsionado de esta manera; y nadie podía haber adivinado que estas maravillas presagiaron las grandes calamidades que estaban por venir.” (Las Guerras de los Judíos, 4:4:5).
Vemos algo similar en Lucas 17 como lo muestra la siguiente gráfica de mi libro “La Locura de los Últimos Días” (pág. 444) (Last Day Madness). ¿Vamos a asumir que en Lucas 17 deberíamos considerar un tercer evento escatológico dado que estos eventos no están listados en Lucas 21? La narrativa profética está describiendo los mismos eventos con diferentes elementos. Esto prueba que Mateo y Lucas están describiendo el mismo período de tiempo profético.
[1] R. A. Torrey, Difficulties in the Bible (New York: Fleming H. Revell, 1907), 107–108.
[2] Marcellus Kik, Matthew Twenty-Four : An Exposition (Philadelphia, PA: Presbyterian and Reformed, 1948), 35.