Mientras buscaba información acerca de la relación entre Mateo 24 y Lucas 21, me topé con una serie de artículos de Thomas Ice sobre Mateo 24-25.  Ice es dispensacionalista.  Thomas y Yo hemos debatido en numerosas ocasiones.  Kenneth Gentry y Ice colaboraron en La Gran Tribulación: ¿Pasado o Futuro? Publicado por Kregel Publicaciones (1999).

Thomas es un buen representante del dispensacionalismo tradicional.  En fin, mientras hacía mi investigación, empecé a leer algunos de sus comentarios sobre el Discurso del Monte de los Olivos y las hambrunas.  Mateo  (24:7), Marcos (13:8), Lucas (21:11) mencionan hambrunas lo cual significa que todos los registros son paralelos y se refieren al mismo período de tiempo, esa generación a la cual Jesús le está hablando (Mat. 24:34; Mar 13:30; Luc 21:32).

Algo tan común como las hambrunas no pueden ser señales a menos que estén reservadas por un evento (la destrucción del templo) y por un indicador de tiempo (esta generación).  Eso es lo que tenemos en los tres evangelios.  Hubo hambrunas durante el período entre el cual Jesús dio su discurso y la destrucción del templo que tomó lugar en el 70 DC.

Me asombra ver cómo es que escritores sobre profecía obscurecen lo obvio.  Lo que viene a continuación fue tomado de los comentarios de Ice sobre las hambrunas en su estudio de Mateo 24-25:

“Ambas cosas, hambrunas y terremotos son gobernados por la frase “en varios lugares”. Lenski dice, ‘El distributivo “kata” significa, “de lugar a lugar’.[1] Leon Morris también explica: ‘en muchos lugares significa que el desastre en cuestión se esparcirá.’ [2] Esta perspectiva global enmarca un entendimiento futuro del pasaje y no puede ser limitado al primer siglo y tampoco al área de Israel solamente.”

Ice cita mi libro La Locura de los Últimos Días (Last Day Madness):

“El preterista Gary DeMar cita lo siguiente como evidencia para el cumplimiento de las hambrunas en el primer siglo: ‘Iniciando con el libro de los Hechos, vemos que las hambrunas prevalecieron en el período previo a la destrucción de Jerusalén en el 70 DC…La hambruna fue evidencia dramática de que la profecía de Jesús sucedería en su generación tal y como dijo que pasaría…historiadores seculares contemporáneos como Tácito, Suetonio, y Josefo mencionan otras hambrunas durante el período previo al 70 DC’.”[3]

Noten la elipsis…los tres puntos suspensivos (…), que indican que algo se dejó fuera.  Lo que Yo escribí, lo voy a resaltar a continuación, esto refuta el argumento de Ice acerca de la declaración de Jesús sobre las hambrunas y estas no siendo cumplidas antes de que esa generación pasara tal y como lo predijo:

“Iniciando con el libro de los Hechos, vemos que las hambrunas prevalecieron en el período previo a la destrucción de Jerusalén en el 70 DC: ‘En aquellos días unos profetas descendieron de Jerusalén a Antioquía. Y levantándose uno de ellos, llamado Agabo, daba a entender por el Espíritu, que vendría una gran hambre en toda la tierra habitada (oikomenē); la cual sucedió en tiempo de Claudio (Emperador Romano 41-54 DC). Entonces los discípulos, cada uno conforme a lo que tenía, determinaron enviar socorro a los hermanos que habitaban en Judea’ (Hech 11:27-29).

La hambruna fue una dramática evidencia de que la profecía de Jesús iba a suceder en su generación tal y como dijo que pasaría. La hambruna fue tan grande que la iglesia tan lejana como Corinto participó en los esfuerzos de alivio (1 Cor 16:1-5; Rom 15:25-28). La totalidad del Imperio Romano fue afectado. El futurista William T. James escribe que ‘la Palabra de Dios tiene mucho que decir sobre la hambruna’ [[4]] y de ninguna manera menciona Hechos 11:27-29. ¿Por qué? ¿Acaso teme que sus lectores le pregunten por qué este pasaje no es un cumplimiento de lo que Jesús dijo que pasaría?’”

“Historiadores contemporáneos como Tácito, Suetonio, y Josefo mencionan otras hambrunas durante el período previo al 70 DC. Con Tácito leemos la descripción de las condiciones de la hambruna en el 51 DC en Roma: ‘Este año hemos presenciado muchos prodigios (señales y presagios)…(incluyendo) repetidos terremotos…Otros portentos fueron vistos en una escasez de maíz, resultando en una hambruna…Fue establecido que no había más de quince días de abastecimiento alimenticio en la ciudad (de Roma). Solo el favor especial del cielo y el leve invierno previnieron la catástrofe.’ [[5]] Tácito recuerda los días cuando Italia ‘¡exportó alimento para el ejército en provincias distantes!’[[6]]”

El pasaje de Hechos 11:27-29 podría poner fin al reclamo de que las hambrunas que Jesús anunció en el Discurso del Monte de los Olivos no tuvieron cumplimiento antes de que esa generación pasara.  Son satisfactorias las frases “en varios lugares…de lugar a lugar…se esparcieron” ya que fue “una gran hambruna en el mundo,” que significa, en todo el Imperio Romano, ya que el significado de oikomenē , es la palabra que es traducida como “mundo” en muchas versiones.

La pregunta es, ¿por qué Ice no cita mi argumento completo o por lo menos no toma más tiempo para lidiar con Hechos 11:27-28?

Él reclama lo siguiente “refuta la noción preterista” de mi argumento:“Tampoco, de nuevo, esta característica en la predicción está restringida a una hambruna tan especial como la que ocurrió durante el reinado de Claudio (Hechos xi.28), una fecha muy temprana para nuestro pasaje, y para uno o dos pasajes en particular de terremotos los cuales ocurrieron en países remotos, y con la que la historia nos ha familiarizado (tal como este en los alrededores de Colosas, Oros. Hist. Vii. 7, Tacit. Ann. Xiv. 27 y ese en Pompeya).”[7]


[1] R. C. H. Lenski, The Interpretation of St. Matthew’s Gospel (Minneapolis: Augsburg Publishing House, 1943), 931.

[2] Leon Morris, The Gospel According to Matthew (Grand Rapids: Eerdmans, 1992), 598.

[3] Gary DeMar, Last Days Madness: Obsession of the Modern Church (Powder Springs, GA: American Vision, 1999), 79.

[4] William T. James, “Daniel’s Last-Days Flood,” Foreshadows of Wrath and Redemption, William T. James, gen. ed. (Eugene, OR: Harvest House, 1999), 90.

[5] Tacitus, The Annals of Imperial Rome, trans. Michael Grant (London: Penguin Books, 1989), 271.

[6] Tacitus, The Annals of Imperial Rome, trans. Michael Grant (London: Penguin Books, 1989), 271.

[7] Heinrich August Wilhelm Meyer, Critical and Exegetical Handbook to The Gospel of Matthew, 2 vols. (Edinburgh: T. & T. Clark, 1879), 2:131.