“La mayoría de los milennials, o generación Y, preferirían vivir en una nación socialista, comunista o fascista en vez de una nación capitalista, de acuerdo a una encuesta nueva… el orden socioeconómico más popular fue el socialismo, con un 44 por ciento de apoyo. El comunismo y fascismo recibió el 7 por ciento cada uno.” (Washington Times).

La estupidez política más sorprendente viene  de las personas cuyas familias escaparon del socialismo y el comunismo y se ven entusiasmadas para votar por los que se profesan a sí mismos socialistas y comunistas al límite en un estado cómo Florida donde mucha de la población, especialmente al sur de Florida y Tampa, escapó de la ruina de regímenes Comunistas y Socialistas.

Una tendencia similar está tomando lugar cuando ciudadanos agravados con impuestos en estados del norte como Nueva York se mueven a Florida y votan por la misma política económica devastadora de la cual escaparon.

Para muchos milennials, el socialismo probablemente significa “ser sociable”, ya sabes, como las redes sociales.  “Él es un socialista. Nos gustan las cosas que son sociales. Votemos por Él.”

El Comunismo es sobre estar en una comunidad. Recuerden, Barack Obama fue un “organizador comunitario.”  La Comunidad o lo comunitario suena bastante como el Comunismo.  “Si fue suficientemente bueno para el primer Presidente de raza negra, es suficientemente bueno para mí.”

El Comunismo y Socialismo se enfocan en “compartir,” y la mayoría de las personas están bien con eso, aún si es a punta de pistola.

Por ejemplo, “Brittany Griebling, una jocosa trabajadora social, dice que el socialismo se trata de ‘personas tomando decisiones para sí mismas.’  No, el Socialismo es cuando algunas personas usan el poder e imposición del gobierno para tomar decisiones para todos usando dinero de algunas personas y entregándoselo a otras.  En cualquier otro mundo, a eso lo llamaríamos robar, aún si es promulgado como ley por una mayoría de votantes.

Jeremy Low contra argumenta, “Estamos en una en era donde fácilmente podemos proveer para todos en el planeta.” ¿Quiénes son “nosotros” en este escenario?

El Socialismo es obediencia impuesta a la fuerza.  Si Brittany y Jeremy deciden viajar por el mundo o involucrarse en un estudio de arte de un año completo, según ellos, “nosotros” deberíamos estar obligados a pagar por sus aspiraciones.  (PhillyMag).

La historia del Comunismo tiene un registro de genocidio,[1] como lo demuestran D. James Kennedy y Jerry Newcombe en su libro What If Jesus Had Never Been Born? (¿Qué Si Jesús Nunca Hubiese Nacido?)

“Mao mató unos 72 millones de seres humanos entre 1948 a 1976. Cuando sumamos los 40 millones de los cuales es responsable Josef Stalin, llegamos a una  suma de 112 millones.  Agreguemos los 15 millones de Hitler (¡sin contar la guerra devastadora que inició!), y llegamos a 127 millones.  Agregue otras matanzas por otros estados ateos y totalitarias –como resultado de su ideología atea- se completa a un número de mayor a 130 millones.”[2]

Las muertes de Alexander Solzhenitsyn “se estiman alcanzar tanto a sesenta millones” tan sólo durante el reino de terror de Stalin.[3]  El historiador Robert Conquest, en The Harvest of Sorrow, su reporte del régimen rural de terror, estimando que 14.4 millones de personas, la mitad siendo niños, perecieron.”[4]

Agregando para apoyar una ideología que guió a la muerte de más de 100 millones de personas, los debiluchos mal informados se esconden detrás de la Primera Enmienda en un intento de lograr su caso, un derecho que no existiría si hubieran vivido en una nación Comunista.

Encuestas tales como las que se ha hecho referencia en este artículo demuestran que muchas personas son ignorantes en cuanto a la historia, economía, religión, y lógica.  Muchos Cristianos caen en la categoría de ignorancia. Ellos creen que la Biblia enseña socialismo.

Justo antes de la elección de George W. Bush, debatí con Jim Wallis, editor de la revista Sojourners y receptor de dinero de George Soros. Wallis tomó la posición que la Biblia habla más que tan sólo el aborto y homosexualismo. El declaró que hay 2000 versículos que hablan sobre la pobreza.

Esto puede ser cierto, pero, como señala Gary North, “aún tiene que proveer apoyo textual/exegético para sus constantes reclamos para obtener más asistencia social para los pobres.”  En mi debate con Wallis, le pedí que me mostrara un versículo de los 2000 que él dice que hacen referencia a los pobres, que diga que el gobierno debe involucrarse en el negocio del bienestar social.  No pudo.

“Los valores liberales (aquí es progresistas) son acerca de clavar una pistola en el vientre de una persona exitosa,” afirma Gary North, “tomando su billetera, removiendo una cantidad no declarada de ese dinero, y devolviendo la billetera. ‘Te veré en las siguientes elecciones’.”

En términos reales, programas de la pobreza como los de Pres. Johnson’s Great Society (la Sociedad Grande del Presidente Johnson) incrementó el número de los pobres por mantenerlos dependientes en el Estado al igual que votantes perpetuos para los Demócratas.


[1] Mark Kramer, ed., The Black Book of Communism: Crimes, Terror, Repression (Cambridge, MA: Harvard University Press, 1997), 4.

[2] Kennedy and Newcombe, What If Jesus Had Never Been Born?, 236.

[3] Lloyd Billingsley, The Generation that Knew Not Josef: A Critique of Marxism and the Religious Left (Portland, OR: Multnomah Press, 1985), 38.

[4] Lewis Lord, “A reign of rural terror, a world away,” U.S. News & World Report (June 30/July 7, 2003), 4.